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Análisis Político
Elecciones Peruanas de 2026: Un Panorama de Fragmentación Política
lunes, 12 de agosto de 2024
Voz Ciudadana Perú

Las próximas elecciones generales en Perú, programadas para el 12 de abril de 2026, se perfilan como un evento complejo y potencialmente transformador. Los ciudadanos acudirán a las urnas para elegir un presidente, representantes para el Parlamento Andino y miembros para el recientemente bicameral Congreso.

Sin embargo, un tema predominante que surge del período preelectoral es un nivel récord de fragmentación de partidos políticos. Hasta mediados de abril de 2025, el Jurado Nacional de Elecciones (JNE) ha reconocido oficialmente un asombroso número de 43 partidos políticos autorizados para participar. Habiendo cumplido con los requisitos necesarios, estos partidos están legalmente obligados a competir o se arriesgan a perder su inscripción. Este gran número de contendientes sienta un precedente regional notable para las elecciones presidenciales.

Debilitamiento del Sistema de Partidos y Desconfianza Ciudadana

Esta fragmentación extrema subraya un debilitamiento significativo del sistema de partidos políticos de Perú y refleja una profunda desconfianza ciudadana que ha crecido desde la década de 1990. Los expertos describen el sistema de partidos como uno con una institucionalización notablemente baja, alta volatilidad y una débil conexión con la sociedad. Los partidos a menudo están impulsados por la personalidad, carecen de estructuras organizativas sólidas, plataformas formales o posturas ideológicas claras. Alarmantemente, la identificación de los votantes con los partidos políticos ha caído en picada del 30% en 2006 a un mero 9% en 2024, lo que contribuye significativamente a la actual inestabilidad política.

Para colmo, numerosos escándalos, incluyendo informes de ciudadanos afiliados a partidos sin su consentimiento mediante firmas falsificadas, han erosionado aún más la confianza pública. El considerable costo asociado con la cancelación de la inscripción de un partido también agrava estos desafíos. Las acusaciones de mal uso de fondos públicos y la declaración de "comités de fachada" por parte de algunos partidos aumentan la desconfianza pública.

Desafíos para los Votantes y la Gobernabilidad

Se espera que el gran volumen de partidos participantes cree desafíos significativos para los votantes, lo que podría resultar en una cédula de votación excepcionalmente larga (estimada en 65 centímetros). También es muy probable que los candidatos presidenciales avancen a una segunda vuelta con un porcentaje de votos inicial muy pequeño (alrededor del 8% al 10%), lo que genera preocupación sobre la representatividad y la gobernabilidad del próximo jefe de Estado.

En un esfuerzo por mitigar estos problemas, se están fomentando las alianzas electorales. Las regulaciones actuales estipulan un umbral de votación del 5% para las coaliciones de dos partidos y un umbral del 6% para las coaliciones de tres o más partidos para mantener su inscripción. Los analistas enfatizan que la formación de alianzas que aseguren representación en el congreso será crucial para la supervivencia de muchos partidos recién inscritos.

Posibles Candidatos y Tendencias Electorales

Las primeras indicaciones sugieren un posible cambio en el sentimiento de los votantes hacia las opciones de derecha. Una encuesta de Ipsos Perú de abril de 2025 destacó a los siguientes posibles líderes de derecha:

Keiko Fujimori: Lidera con un 11% en las encuestas. Líder del partido Fuerza Popular e hija del expresidente Alberto Fujimori. A pesar de haberse postulado a la presidencia tres veces anteriormente (2011, 2016, 2021) y siempre haber terminado en segundo lugar, su desempeño pasado se atribuye en parte a las percepciones negativas del gobierno de su padre y la influencia de su partido. Los datos de Ipsos sugieren que podría perder en una segunda vuelta contra otros candidatos principales. Fuerza Popular se encuentra entre los partidos que enfrentan acusaciones de firmas falsas y uso irregular de fondos estatales.

Rafael López Aliaga: Con un 6% en las encuestas. Actual alcalde de Lima y empresario de derecha afiliado al partido Renovación Popular. Terminó tercero en las elecciones presidenciales de 2021. Para contender por la presidencia en 2026, necesitaría renunciar a su cargo de alcalde en noviembre. Renovación Popular también ha enfrentado acusaciones relacionadas con firmas falsas.

Carlos Álvarez: También con un 6% en las encuestas. Un comediante conocido por sus imitaciones políticas. Se ha unido al partido País Para Todos, recientemente inscrito, y tiene la intención de postularse a la presidencia.

La misma encuesta de Ipsos indicó que los posibles candidatos de izquierda en conjunto obtuvieron alrededor del 7%, mientras que los candidatos de centro y centroderecha obtuvieron aproximadamente el 18% de la preferencia de los votantes. El posicionamiento político de la actual presidenta Dina Boluarte, quien asumió el cargo como vicepresidenta bajo un presidente de izquierda pero cuyo gobierno está aplicando políticas de derecha, también se señala como un posible factor que influye en las preferencias de los votantes.

Más allá de estas figuras principales, la extensa lista de 43 partidos autorizados incluye una amplia gama de grupos, algunos inscritos justo antes de la fecha límite de abril de 2025. Varios partidos han sido examinados por sus procesos de afiliación, con numerosos informes de firmas falsas que afectan a decenas, incluidos partidos prominentes como Perú Libre y Fuerza Popular. También se han presentado acusaciones de uso irregular de fondos estatales contra Perú Libre y Fuerza Popular, mientras que otros como Perú Libre, Podemos Perú y Primero la Gente han sido acusados de operar "comités de fachada". Dado el número significativo de partidos recién formados, se espera que sus logotipos desempeñen un papel crucial en el reconocimiento de los votantes en lo que sin duda será una papeleta electoral abarrotada.

Las elecciones generales peruanas de 2026 prometen ser un evento complejo y muy observado, que navegará los desafíos de la fragmentación política extrema y la profunda desconfianza pública. El resultado dará forma significativa al panorama político del país y su dirección futura.